sábado, 31 de octubre de 2015

Entrevista a Francisca Sáez


“Un sólo ser puede cambiar el mundo”
 


Francisca Sáez es Maestra de Reiki, tiene un Máster en Psicoterapia Analítica y su experiencia en el mundo de la Cábala se remonta a unos 20 años atrás. Ha dedicado su vida a viajar incansablemente por toda la geografía dando consultas de psicoterapia e impartiendo cursos que van desde la física cuántica hasta la metafísica más trascendental.
 Sus palabras, llenas de vida y esperanza, llevan implícito el mensaje de amor incondicional de Jesús de Nazaret, su razón de existir. La entrega incondicional y un alto concepto del amor forman parte de su idiosincrasia y eso es lo que transmite en cada gesto y palabra.
 
 
Rosa Sánchez

—En tus propias palabras, ¿quién es Francisca Sáez?

—Me considero una persona normal, ciudadana del mundo y, como cada individuo, tengo una tendencia… yo recordé la información del conocimiento olvidada en mí y quiero dar testimonio de ese recuerdo a todos los seres que vengan a mi vida.

 
—La Cábala es tu curso estrella. Resumiendo mucho, ¿qué es?

—Es una palabra hebrea que significa ‘recibir’… recibir la revelación desde estados cuánticos, desde los que también estamos actuando, para que podamos entendernos en este momento de la vida. Y también es el conocimiento del ser humano desde el principio de sus tiempos hasta hoy, y desde hoy hasta la eternidad.


—¿Cómo te iniciaste en ese mundo?

—Nací con una tendencia de tipo religioso que trasladé a la espiritualidad, que son dos cosas diferentes, y fluyeron por mi camino distintos lugares y circunstancias para que yo entrase en el conocimiento de lo oculto.

Lo oculto no es lo que se conoce como brujería y tal. Lo oculto es el conocimiento del lado que está encerrado y que sólo los que buscan, los que saben que hay algo más en la vida, acaban encontrándolo.
 

¿Cuál es el mensaje que intentas transmitir a través de tus cursos?

—Pues mi mensaje primordial (aunque es más complejo, hay muchos mensajes), es que la humanidad tiene que hacer un cambio de conciencia que se produce ahora. ¡Es el momento! Es un evento a nivel cosmogónico, un ciclo que se termina (Era de Piscis) y otro que comienza (Era de Acuario), donde lo que más importa es la unión de la humanidad, el amor incondicional hacia todo ser humano y un mejor reparto de la riqueza… no una dicotomía o división de los sentimientos.

Es importante entender que la conciencia hay que cambiarla por convencimiento del corazón. Yo a veces digo que el día que yo ame a los hijos de los demás como a mis propios hijos… habré saltado el escaño de ese amor incondicional.


—¿A quién va dirigido ese mensaje?

—Hacia todo aquel que se sienta solo o triste y a quien no acabe de entender o sentir qué está haciendo aquí y por qué. Quiero que sepan que todos los que estamos en la unión del amor incondicional estamos ahí, no hace falta que se nos busque, en el momento que alguien hace una llamada cuántica, en ese mismo instante, se le da respuesta… porque quien pide, recibe.

También va dirigido a todo el mundo que se sienta, en estos momentos de cambio planetario, un poquito perdido porque haya olvidado. La mayor parte de mi testimonio se centra en que somos Dios en potencia, emanamos de él y, por lo tanto, contenemos todo su potencial en esencia. No lo olvidemos.


Culturalmente se nos ha transmitido una visión de lo divino en estado de separación: cielo-tierra, bueno-malo, arriba-abajo… ¿Tú qué opinas?

—En las células existe el sentimiento de separación desde hace milenios. Las religiones han sido, digamos, el preámbulo o la antesala para que el hombre busque algo más pero, en su mayor parte, han alejado a Dios del ser humano, han hecho una dicotomía entre Dios y el hombre, han confundido y han dividido a la humanidad.

Tuvieron que aparecer, son perfectas, pero hay que trascender esos sentimientos de culpa y separación que provocan creencias como que fuimos echados del paraíso o que Eva pecó al entregarle la manzana a Adán, etc. Dios está en nosotros desde el principio de los tiempos… y en la piedra, en el árbol, en el viento y en el universo. Emanamos de él y por eso se puede decir que somos Dios mismo, en estado de 3ª Dimensión... claro.

Por lo tanto, unifiquemos el pensamiento dividido. Todo es Uno. Estamos interconectados. Cuando no aceptamos algo hay separación porque lo excluimos.


¿Somos Dios mismo?

—Somos Dios en esencia porque nuestro espíritu emana de él. Está implícito en cada partícula de vida que habita la tierra y en todo el universo, se encuentra en todo y en todos. La vida misma es Dios.

Y Él baja a las antípodas, a sus propias antípodas más profundas, a la piedra (que es un mineral inerte, aunque sus átomos se muevan), y es Dios en ella igual que es Dios también en las alturas y en lo alado. A quien habla de separación no hay que escucharlo, no es ése el camino… pero debemos respetar su aprendizaje.


Francisca, ¿existe el mal?

—No. Existen los estados de ignorancia. No hay maldad, sólo hay ignorancia. Por eso es necesario trasmitir este mensaje, recibir la información, para que el ser humano recuerde quién es, de dónde proviene y por qué está aquí.

Porque todos estamos aquí con un compromiso cósmico y, si a nivel científico se explicara, hablaríamos de que la partícula muerta necesita a la partícula viva para que la mueva, y la viva a la muerta para que reconozca que está viva en sí. Por eso digo que hay que aceptar todas las situaciones, positivas y negativas. Todas son estados de Dios. Y quedarse con lo positivo de cada experiencia es unificar.


Entonces, para evolucionar en el conocimiento sería necesario empezar a desaprender lo aprendido, desmitificar conceptos, cambiar ciertos códigos

—Yo creo que no, yo creo que todo lo aprendido nos ha llevado a este momento de necesitar algo más. Sólo que hay que hacer una tangente en todo ese círculo de lo aprendido y comenzar con una innovación de pensamiento y actuación.


—¿Qué podemos solucionar a través del conocimiento que tú enseñas?

—Yo hablaría de tomar conciencia, de ver la vida de otra manera. ¿Qué podemos arreglar? Cambiando de actitudes, absolutamente todo. ¡Tenemos infinitas posibilidades! No hablo ni de una ni veinte, hay infinitas posibilidades para que tu vida sea plena.

Ten en cuenta que la vida la generamos nosotros mismos. Es verdad que hay una tendencia y unos códigos, y estructuras emocionales, etc. pero llegamos a la madurez y, las tendencias (que son nuestros ‘sueños’), deberíamos cumplirlas porque tienen en sí infinitas posibilidades para que suceda lo que deseamos que suceda.


Desde hace tiempo estamos oyendo hablar de crisis a todos los niveles. ¿Cómo ves la sociedad actual a ese respecto? ¿Qué salida hay?

—Pues bajo el punto de vista de una sociedad desarrollada, de lo que llaman ‘primer mundo’, es cierto que hay muchas crisis porque hemos vivido la vida bajo conceptos muy equivocados. Pero si estuviéramos en un país en desarrollo veríamos que estamos en completa abundancia. Esta crisis se manifiesta fuera porque hay una crisis interna en el ser humano, y al tenerla dentro se manifiesta en lo externo. Es así.

Lo dice el hexagrama: ‘como es arriba, es abajo’; ‘como es adentro, es afuera’. Y por supuesto que se puede solucionar: necesitando menos, cogiendo solamente lo necesario para vivir, compartiendo ese dinero o cualquier cosa con el resto… sí hay solución.

Lo que pasa es que estamos viviendo una transición cosmogónica, planetaria, interplanetaria y, en esa transición, todas las transformaciones son muy duras porque hay que concienciarse de que debemos nutrirnos más del amanecer, de la música, de la naturaleza... de la VIDA con mayúsculas.


Llevas muchos años dando cursos por toda España, acercándote a la gente, creciendo y haciendo que otros crezcan, dando claves para solucionar toda clase de cuitas y dilemas. ¿En qué consisten los cursos que impartes?

—Me dedico a dar a conocer el conocimiento por diferentes corrientes aunque el objetivo es el mismo. Hay personas que necesitan saber a qué estados de Dios pertenecen, y por eso imparto ese curso. Hay personas que necesitan profundizar un poco en la parte del inconsciente y doy cursos como la cábala, entre otras cosas.

Hay personas que, por conceptos equivocados, el mundo de la pareja se les viene abajo. Doy cursos a parejas para que sus conceptos se ajusten a una dimensión más real y sean más coherentes.

También imparto cursos sobre sanación consistentes en descubrir el amor dentro de nosotros para expandirlo por toda la Tierra, puesto que se trata de la más alta alquimia y sólo el amor puede sanar. En fin, cuando me llaman, según lo que me pidan, eso doy.


—¿Cuál es tu piedra angular?

—Mi piedra angular es Jesús de Nazaret. Él ha resucitado simbólicamente en cada uno de nosotros. Y esa resurrección también es física. Recuerda que dijo: “Siempre que haya dos o tres reunidos en mi nombre, allí estaré yo en medio de ellos”. No fundó ninguna iglesia. Y aunque antes que él estuvo Buda, Khrisna, etc., para mí Jesús, aquí en occidente, es el ser divino que siento más cercano.

Y me acerco a la gente con esa base, con su mensaje, con su amor incondicional. La palabra amor ya lo engloba todo: respeto, confianza, esperanza, pensamiento positivo, perdón, humildad… Cuando uno coge estos atributos y los lleva a cabo en su vida diaria mágicamente (porque la vida es magia al igual que el universo), la vida, la situación de las personas, cambia. Se da la vuelta como un calcetín.


—¿La raíz de todos los problemas es falta de amor?

—Totalmente. La raíz de todo problema es falta de amor, la falta de ese único mandamiento que Jesús nos enseñó. Porque, como decía, él no vino a crear ninguna iglesia. Solamente dijo: “Haz con tu hermano lo que quisieras que te hicieran a ti”.

Y como resulta que venimos de un mismo tronco, todos tenemos ascendentes llegando, incluso, hasta el mono; lo que le hagamos al otro, o él nos haga a nosotros, tenemos que perdonarlo porque es nuestro hermano. El otro es nuestro hermano.


—¿Cómo influye el tema de los ascendentes en nuestras vidas? ¿Cargamos con las deudas pendientes de nuestros antepasados?

—La medicina explica que traemos una tendencia de la genética de los padres, abuelos, etc. que son los ascendentes, pero va más allá. Puede llegar hasta el principio de muchos principios de los tiempos. Pero influye relativamente porque, al ser duales, traemos la tendencia genética pero también una evolución individual a través de nuestros actos.

Una persona con ascendentes genéticos de ira también trae ascendentes genéticos de amor porque somos duales. Pero, ¿qué elige esa persona ante la vida, el amor o la ira? Depende de lo que uno elija en ese instante de la experiencia es cuando genera más ira o más amor.

El libre albedrío decide transformar la ira en amor y, además, 'posdata': cuando hay mucho odio hay amor escondido. El odio es amor escondido. La ira es soberbia, es paz escondida que no fluye o no surge porque hay una ignorancia a los ojos. Somos duales. El amor siempre está.


Entonces, ¿podemos decir que por ignorancia se nos ha transmitido, generación a generación, erróneos patrones de conducta?

—Ignorancia no es que no sepas nada, lo sabes todo pero está latente y no surge hasta que evolucionas. Ha habido desinformación. La evolución es un sistema abierto y tiende a ascender. Uno cuando madura tiene que darse cuenta que sus padres actuaron como sabían o podían y, ese mismo individuo, debe coger la dirección de su vida. En parte le condiciona lo anterior, pero ser 'individuo' es ser uno mismo.

Sigo matizando la palabra desinformación o ignorancia. No considero que el ser humano sea malo, considero que el ser humano solamente es ignorante, nada más. Ten en cuenta que sólo hay un 7% de neuronas activas, no quiere decir que el cerebro no esté desarrollado en su totalidad, pero parte consciente, lo que se dice consciente, hay muy poca en la humanidad. Entonces eso es un estado de ignorancia de la psique porque todavía somos hombres primitivos.


—¿Ves ignorancia, por ejemplo, en la violencia de género, los parricidios y esas noticias que, a diario, saltan a la prensa?

—Si yo no soy amada de 0 a 7 años, ni de 7 a 14, y no he conocido el amor porque nunca me lo han transmitido, aunque yo lo tenga en mí por derecho de vida, no voy a saber qué es el amor. Por lo tanto, nunca actuaré con amor.

Por eso en mis cursos dirigidos a parejas hablo del comportamiento de los padres con los hijos, sobre qué estamos haciendo con los niños en esa franja de edad, etc., porque últimamente se están suicidando chicos con 20 años porque son gays.

No se puede permitir en el Siglo XXI la no aceptación de una experiencia de tu propio hijo. Por eso digo que los que más descalificados son los hijos. Queremos imponer en ellos lo que nosotros no pudimos llevar a cabo y eso es un estado de egoísmo muy profundo.


La física cuántica está respaldando ciertas creencias espirituales creando así una auténtica revolución en la sociedad…

—La ciencia se está empezando a unir a Dios. Por el Principio de Interacción nuestro pensamiento negativo repercute en el mundo entero. De igual modo que los terremotos emocionales provocan los terremotos físicos, si la humanidad entera cambiara la conciencia elevándola a estados superiores, creando una conciencia unida en paz y armonía, la Tierra sería un paraíso. No hace mucho hubo noticias de un experimento muy famoso en el que estudiaron el desarrollo de conductas cooperativas en ratas. El hecho es que a mil kms hubo ratas que reaccionaron igual.

Quiero decir que emitimos unas ondas de frecuencia donde basta que uno oiga y vea, como decía Jesús, para que la humanidad entera oiga y vea. No hace falta cambiar a nadie. Basta que el individuo, uno sólo, cambie sus aptitudes. Basta que uno lo haga y se extrapola como el efecto mariposa, que vuela aquí y provoca un huracán en Hong Kong.

Las ondas expansivas de un cambio, de un individuo, se extrapolan a la humanidad porque nuestra mente es energía atómica... entonces basta que un pensamiento sea de elevación para que se transmita a todos los pensamientos de la humanidad. Por eso digo que un sólo ser puede cambiar el mundo.


Tú enseñas que el camino de la conciencia consiste en la unión de todas las cosas. También en referencia al ego, que parece ser el malo de la película, y también hace su función…

—El ego es el instinto primitivo que nos hace decir: ‘yo soy capaz de hacer eso’. Lo que pasa es que no nos puede dominar el ego, lo tenemos que dominar nosotros. Forma parte de mi lado material humano e instintivo necesario. Si me lo quitaras yo no existiría. Al ego hay que dominarlo e integrarlo, porque hace su papel, pero nunca excluirlo.


—¿Qué es la revelación?

—Conocemos las revelaciones de los profetas de la antigüedad pero la revelación hoy en día también se manifiesta, por ejemplo, mientras cocinas en casa y te viene una reflexión. Al cabo de unos días compruebas que eso que pensaste está en un libro y nadie te lo había enseñado. Eso es revelación.

Entonces ya se revelaba, se anticipaba la parte mística holográmica de todos los que hablaron en la antigüedad, esa parte mística que nos revela que hay algo más. Incluso la medicina está diciendo ya: ‘certificamos la muerte porque hay un encefalograma plano, pero últimamente sentimos que hay algo más después de eso’. Se está demostrando a través de la ciencia a través de muchos experimentos.


Sigamos desmitificando conceptos. Hay creencias que causan mucha confusión en la humanidad y las tenemos presentes en el cine y en la literatura: ¿las posesiones existen?

—Eso no es real. Esto es muy complejo. Primero, no es real porque es un fetichismo de la antigüedad y creo que en el Siglo XXI se debería ampliar un poco más estas creencias porque la historia es mucho más sencilla. Y, segundo, es real porque cuando uno con la mente le da poder a una creencia de éstas, energéticamente produce un egregor que lo produce, pero no es la realidad.

Entonces, si caminamos por la vida con una frecuencia más o menos alta, ningún espíritu puede meterse en el espíritu de otra individualidad. Ningún ente. Frecuencias vibratorias bajas (estados de ánimo bajos, de preocupación, de miedo, instintos primitivos bajos que ya no teníamos que tener) de mí hacen que yo me crea cierta paranoia, manía persecutoria, esquizofrenia, etc. pero es mi frecuencia vibratoria tan densa, tan baja, que cualquier cosa que tú me digas me va a afectar muchísimo, y me llega, pero no hay nada malo.


—¿Qué es un egregor?

—Egregor es una energía y la energía tiene vida, lo que pasa es que esa energía viva la dirigimos cada uno de nosotros. Yo soy energía, me cubre un cuerpo material, un vestido, pero soy energía. Y yo, mi energía mental, dirige para un lado o para otro esa energía. Si me creo que me hacen mal de ojo, como tanta gente dice, y le doy poder y tengo miedo, y voy a personas a que me curen ese mal, aún me van a hacer más mal de ojo. Funciona, pero no es real.

El egregor es una estructura mental irreal. Funciona porque es energía, pero no es verdad. Al darle poder, o temiendo que me lo hagan, es cuando realmente me siento mal. Estás alimentando el mal y es lo que se manifiesta. Le doy poder a esa creencia porque estoy en baja frecuencia, porque lo que hay en mí son instintos primitivos: culpa, miedo, carencia, ‘no tengo’, ‘no puedo’… todo eso me baja a instintos muy primitivos de vibración que atraen las situaciones que me pasan físicamente, pero atraídas por mí.


Sigamos desmitificando conceptos: ¿la Ouija es realmente un juego peligroso?

—Es un juego muy peligroso, por supuesto, porque se abren puertas de nuestro cuerpo astral etérico y si no se saben cerrar podemos conectar, lógicamente, con unos portales que están abiertos y son de baja vibración. Esto es muy extenso de explicar. Habría que explicar que cuando morimos físicamente hay un tiempo donde, si hemos muerto con ira o con carencia, estamos en una especie, no de estado físico, sino de actitud o esencia de un bajo astral apegado a la tierra: ‘quiero volver a la tierra’, ‘no quiero dejarla’, ‘quiero mis vicios’… lo que sea.

Entonces, cuando alguien provoca que esa puerta se abra (no espontánea, porque si es espontánea no pasa nada) pero si se provoca a través de la Ouija, puede ser que no sepa cerrarla. Entonces, con la información que tenemos ya, no es necesario hacer estas cosas para contactar con un ser que ha dejado el cuerpo. Nosotros estamos viviendo también estados cuánticos que no tocamos ni vemos, y podemos contactar perfectamente. No hace falta hacer un trabajo manipulado que provoque esa situación, puede ser espontánea elevando un poco la conciencia y conectando a nivel intuitivo con ese ente que ha desencarnado. Y esto es cierto.


En tus cursos enseñas que, al mismo tiempo, estamos actuando a otros niveles… ¿Eso es multidimensionalidad?

—Sí. Cuando yo hablo, por ejemplo, de que emanamos del ‘Principio Inteligente’ (llamadle Dios, como queráis, o ‘Cuna Primigenia’), cuando yo hablo de eso quiero decir que al emanar y estar aquí en 3ª Dimensión, no dejo de estar también en el ‘Principio Inteligente’. Vamos atravesando escaños donde somos conscientes que cada escaño es más sutil.

¿Es que yo soy consciente en la piedra? Soy piedra. Pero innato está que soy Francisca. ¿No está actuando mi parte mineral en la piedra? Pues es lo mismo en bajo que en alto. No hacemos un puente para la 3ª desde esas dimensiones sutiles, actuamos en todas siendo conscientes solamente en ésta que veo, toco y mido. Pero que sepáis que esto no es la realidad. Esto es un vestido, un holograma. La realidad no es esta dimensión, es una aparente realidad de un montón de átomos que se han organizado.


En las redes sociales un tema muy demandado es la interpretación de los sueños. ¿Qué interviene en lo que soñamos?

—Nuestra mente consta de tres partes: hay un inconsciente (la mente más primitiva de todas, encargada de gestionar cuestiones fisiológicas tales como la respiración), hay un subconsciente (mente emocional) y hay un consciente (mente lógica o racional). Cuando en la vida de las experiencias excluimos situaciones que no nos gustan o nos han causado dolor, ‘huimos’, no queremos recordarlas y van al inconsciente. Eso es como un almacén que está vivo.

Entonces, ¿qué pasa? Todos los fluidos de nuestro inconsciente rige nuestro devenir, nuestra vida. ¿Y qué hace el subconsciente? Cuando el cuerpo está dormido, el subconsciente está activo, no duerme. Saca del inconsciente cosas que están vivas y se lo revela a través de un sueño para que después, al recordarlo, ser conscientes de algo que estaba ahí. Pero, ¿qué sucede? Que nadie te puede dar una interpretación de los sueños excepto lo que sientas de ellos. Los personajes que salen: padres, familia, amistades… son partes de ti, proyecciones tuyas.


Tu mensaje optimista habla de la unión de las cosas…

—Exacto. Lo he dicho ya. Estamos interactuando con todo el universo, queramos o no. La interacción es la forma que hace que la vida se produzca. Lo que tú me estás diciendo a mí, me es válido.

Si te fijas en las terapias, que sepas que el paciente suele ser el terapeuta y el terapeuta es el paciente. Aprende más el terapeuta del paciente que al contrario. Y hablaríamos que el paciente se ha hecho arquetípicamente ‘paciente’ para enseñarle al otro algo. Lo que pasa es que esto es un poco más largo, más complejo, más profundo.


¿Qué me dices sobre la reencarnación?.. un hecho todavía tabú en nuestra sociedad.

—La reencarnación es un hecho que está en la naturaleza. ¿Qué hace el árbol? El árbol crece, deja una semilla y de esa semilla se cae y crece otro árbol… Para empezar decir que la reencarnación es un tema que en EEUU ya es cátedra en la universidad y se está implantando en diferentes universidades de Barcelona.

Claro que existe la reencarnación, pero si nos ponemos a nivel mucho más profundo, metafísico, diremos que si yo no he consumado las cosas de esta estructura Tierra, una estructura de 3ª Dimensión, no puedo irme a una dimensión más alta sin consumar antes todas las experiencias. A un niño que no sabe la tabla del 5 de multiplicar no puedes pasarlo a la del 7.

Más o menos, para que me entiendas, es esto. Estamos actuando en todas las dimensiones vivos y conscientes, sólo que en las otras superiores las situaciones son mucho más sutiles. Igual ya no hay que copular para engendrar...


Seguimos ascendiendo. Todavía hay personas que desconocen que hay 7 leyes universales que lo rigen todo...

—¡El kybalión, claro! A nivel muy bonito, como poesía, te diré que yo soy un vestido de un ser que está dentro de mí y él es el que hace… yo estoy a su servicio. A nivel más pragmático te diré que en la vida hay que hacer caso a lo que fluye y sin ninguna expectativa.

Si estamos fluyendo a cosas no digamos: “me enfado porque saldrá mal” o “qué bien porque estoy feliz”. No. Ninguna expectativa. La vida dice, las leyes universales dicen: “actúa y no esperes éxito ni fracaso”. Tú actúa porque lo que fluye de ti no es la personalidad egoica de Rosa, es quien te habita, que es el universo entero… y quiere que eso lo experimentes tú y lo vas a experimentar.


Claro, porque el universo tienes sus códigos, no podemos nadar contracorriente…

—No, no podemos ir contra natura. Somos polvo de estrellas, somos universo con un vestido aquí en la Tierra. Y más poético aún, si yo siento la música dentro de mí y me siento muy guay, la humanidad entera en ese instante se está sintiendo muy guay porque yo también soy la humanidad. Somos Uno.

Si yo estoy viendo un amanecer estoy mandando esa energía a todos los que están viendo ese amanecer. ¿Y qué creamos así? Una cosa que se llama ‘masa crítica’ o ‘conciencia colectiva’. Si uno sólo gira, crea un cambio de conciencia. Si somos 50 el campo de conciencia es un egregor mucho mayor. Por lo tanto, eso es lo que baja aquí a materializarse.


Entonces, todo lo que sucede en el mundo de alguna manera es por el bien de nuestra evolución…

—Sí, a través del estado de sensibilidad. Pero esto es muy largo. Lo que hay que decir es que de aquí hay que salir cuanto antes. De aquí hay que consumar muchas cosas y una vez que estén consumadas hay que salir.

Fíjate que la ciencia ha descubierto últimamente que Steven Hawking dijo hace tiempo que parece ser que nuestro sistema solar es un agujero negro, y que del agujero negro del universo nunca se puede salir porque atrapa todo lo que es materia...

Pues Hawking dijo hace unas semanas: “Señores, resulta que ese agujero negro también emite una señal de salida. No lo atrapa todo, también emite una señal de salida”. ¡Se puede salir de ese agujero negro! ¿Cómo? Elevando la vibración… por vibración.


—¿Por vibración? ¡Estamos hablando de amor!

—¡Sí! El amor es la máxima vibración conocida en la Tierra que eleva a las alturas. Y ni siquiera sabemos lo que es. Porque el amor, ¿qué es? ¡Respeta la experiencia del otro! ¡Ama la experiencia del otro!

Somos como un pentagrama y todas las notas musicales, la grave, la alta… son necesarias para componer la música, Rosa. Si falta la nota grave no podemos componer la música. Todas las experiencias que cada ser trae como compromiso son perfectas y adecuadas para la evolución del mundo.


Qué complejos son los temas del universo…

—Es que la Nada es el Todo. Es que la emanación cósmica de la que te he hablado, que es el vacío cuántico, contiene el Todo que se llama Dios, ‘Principio Inteligente’, etc., como lo queramos llamar, no tiene que ver nada con la religión. Jesús no fundó ninguna religión ni dio las llaves a nadie para fundarla. Vino a desmitificar conceptos. Dijo: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”.


Francisca, ¿qué percepción tienes de la muerte?

—La muerte no existe, es una transición, un cambio, una metanoia. Es una liberación, sólo que no podemos entenderlo porque estamos apegados a la vida. Creemos que la vida es ‘mi coche’, ‘mi café’, ‘mi felicidad’… y precisamente la vida es otra cosa. Es un estado de conciencia, de plenitud, donde está todo pero no existe la dualidad de la psique ni el dilema.

Sólo existe la actitud de estar bien con todo y ahí es donde está el llamado ‘Reino de los Cielos’. Claro que tiene que morir el cuerpo, y cuando el cuerpo muere hay que dirigirse hacia un camino de luz. Lo que hay que hacer antes de morir es tener claro que has consumado todas tus experiencias aquí en la Tierra.


A raíz de lo que dices de la luz, el otro día vi una página de Facebook donde desaconsejan ir hacia ella al desencarnar arguyendo que se trata de una trampa de la reencarnación…

—La transición que estamos viviendo es como la Torre de Babel: hay confusión a todos los niveles porque es una transición. Entonces, que cada uno sienta dónde quiere estar. No hace falta hacer nada. ¡Nada!

Sentirte feliz con lo que has vivido en tu experiencia, santificar los momentos de dolor o soledad y elevarte hacia lo alto. De esa forma es como camina el ser humano, hacia ese amanecer del que hablamos muchos.


Hay mucha desinformación, Francisca. Hay que ir por la vida con mucho discernimiento…

—Hay que pensar: ‘Hasta aquí he llegado por eso’. Pero ahora, ¿qué es este momento de transición? Horizontes nuevos. Innovación en todos los campos: políticos, sociales, económicos, religiosos…

Innovación en el pensamiento, innovación en la emoción, en el concepto. Innovación es una tangente en la circunferencia. Es decir, ‘doy gracias por todo lo que he vivido porque me ha hecho llegar a este punto para empezar a caminar hacia ese amanecer o Nuevo Mundo’.


Ahora que hablas de Nuevo Mundo, ¿qué nos puedes decir sobre todas esas profecías, apariciones de la virgen, mensajes y vaticinios catastrofistas?

—Habría que explicar antes esas apariciones, pero no me voy a meter ahí. La virgen no puede nunca dar miedo ni decir lo que va a suceder. No hay ningún fin del mundo, es el fin de una manera de pensar. Es un fin porque aparece una conciencia nueva.

Es un Nuevo Mundo que ya está pero que viene acompañado geográficamente de situaciones difíciles porque como la Tierra es orgánica como nosotros, también percibe que le estamos fallando y se rebela con un terremoto, un tsunami, etc. pero no es ningún fin del mundo.

Es una selección o autoselección que uno mismo está llevando a cabo en su vida. Cada uno genera la posibilidad de sentir que esto es un paraíso o sentir que es un infierno. Cuando sientes que es un infierno, por supuesto que aparece el infierno geográfico y geológico. Pero no se acaba la Tierra, es muy joven. Sí tengo que decir que necesitamos mucha fuerza y voluntad porque llega mucho sufrimiento, eso sí llega. Más que dolor, sufrimiento.

Que seamos fuertes para poder apoyar a todo el que sufre y la palabra clave es la compasión. Allí donde se nos necesite que podamos acudir. Y eso es lo que yo veo como apocalipsis: un cambio de conciencia donde amanece un Nuevo Mundo.


Vamos a concluir con un mensaje de esperanza. Según la ley de atracción, si cambiamos la conciencia y nos aferramos al pensamiento positivo, todo eso se puede evitar o mitigar, ¿no?

—Sí, totalmente. Las profecías están para que no se cumplan. El pensamiento, al ser atómico, puede hasta mover las montañas y decir a la lluvia que venga o cese. Pero esa conciencia tenemos que adquirirla en creencia diciendo: ‘venimos y emanamos de Dios, somos Dios… aunque sea en 3ª Dimensión’.

Entonces, urgente sí es cambiar la conciencia porque nos estamos matando unos a otros y somos hermanos. Incluso matamos a nuestros propios hijos. A veces no matamos a través de los hechos, sino en la parte psicológica, la emoción. No queriendo aceptar un comportamiento perfecto de su experiencia, ya estamos matando... o descalificando a ese hijo.


Si la base de tu mensaje es Dios y el amor incondicional, ¿qué le dirías a una persona que no cree en nada y se acerca a ti y te dice: ‘yo no creo en Dios, cómo encajo tus enseñanzas’?

—Es un poco poético, pero yo le diría: “¿Crees en mí? Si crees en mí, crees en Dios. Yo creo en ti porque estás vivo, por lo tanto, tú eres Dios y a través de ti estoy creyendo en Él”.


 

FRANCISCA SÁEZ MARTÍN


CURSOS QUE IMPARTE:

·         Taller de Cábala “Caminando hacia la luz. El mapa de nuestras experiencias” (consta de dos cursos: 1º y 2º nivel)

·         Curso “Los Diez estados de Dios en el hombre”. Sobre los niveles de conciencia humanos.

·         Curso “El despertar de los sentidos y las emociones”. Desmitificando conceptos del mundo de la pareja, etc…

·         Curso “La luz está en ti”. Sobre sanación.


ESPECIALISTA EN:

·         Terapia del ‘Niño/a interior’: localización y sanación de los conflictos psicológicos inconscientes, originados en el momento de la concepción y a lo largo de nuestra infancia que afectan a la vida del adulto y son causa de patologías, problemas en la convivencia y enfermedades.

·         Conexión con vidas pasadas y su relación con la actual.

·         Localización del origen psíquico y tratamiento de las enfermedades y disfunciones de los órganos corporales.

·         Conocimiento del propósito de vida personal.

 Más información: miriamjudith2003@hotmail.com