“Enfermamos porque el cuerpo trata de resolver lo que no puede la conciencia”
Una hora con Manuela García
es toda una experiencia, un encuentro mágico donde lo trascendente y la realidad
convergen. Esta médium alicantina de carácter afable y mirada risueña ve más
allá de lo aparente desde su más tierna infancia. Esta reveladora entrevista,
donde nos habla abiertamente tanto de sus cursos y consultas como de su vida y
experiencias, es una buena prueba de ello.
R. Sánchez
—Cuando
hablamos de las diferentes facultades psíquicas como la mediumnidad,
premonición, precognición o la videncia, se tiende a no distinguir entre ellas
generalizando el concepto. En tu caso, ¿cómo te defines?
—Verdaderamente
me costó muchísimo definirme. Hace muchos años que trabajo por la Vega Baja de
Alicante pero no hace mucho tiempo que me decidí a hacer unas tarjetas para dar
a conocer mis consultas, cursos y terapias en otras zonas de la
provincia de Alicante y Murcia. ¿Cómo me defino finalmente? Resumiendo un
poco, como médium terapeuta.
—¿Puede cualquier ser humano desarrollar estas
facultades o deben existir necesariamente elementos innatos?
—Uno nace con estas facultades y también se desarrollan. De hecho siempre
me han hecho una pregunta parecida: “Manuela,
¿tú has nacido así o te has hecho?”. Siempre contesto lo mismo: “Ambas cosas”. Todos nacemos con las mismas facultades y
capacidades, ahora: ¿qué es lo que nos impide desarrollarlas? Precisamente no
saber que las tenemos, creer que todo son ‘dones’, etc. Y, además de eso,
factores como nuestra ‘personalidad’, el poder que ejerce en nosotros la educación recibida, las tradiciones...
en definitiva, las creencias influyen muchísimo a la hora de ‘bloquear’ una
capacidad. Las creencias religiosas han influido mucho en este sentido. Y, por el contrario, las diferentes clases de mediumnidad existentes
dependen también de las creencias de la persona. Que haya personas que tengan la
capacidad de ver espíritus, otras de escucharlos u otras de psicografiar
mensajes, por ejemplo, también se debe a eso. Estamos muy condicionados por la
memoria que traemos, las tradiciones y creencias familiares, etc. Nuestras
creencias son lo fundamental. Eso es lo que nos diferencia espiritualmente unos
de otros.
—Tú lo has dicho: las creencias pueden
bloquear nuestras capacidades…
—Absolutamente.
Se cree que son ‘dones’ y es por ello que las personas acuden a médiums para
recibir ciertas respuestas porque desconocen que todos tenemos esa capacidad de
ver, saber e intuir. Todos las tenemos, simplemente hay que
desarrollarlas. Es como un músculo que, si lo trabajas, se desarrolla. ¿Tienes
músculos? Como todo el mundo, ¿verdad? Pero no los has desarrollado. Pues con
esto pasa exactamente igual.
—De
todas formas pienso que personas con un don como el tuyo son más difíciles de
encontrar. Hay un alto porcentaje de personas intuitivas, que reciben lo que denominamos
‘corazonadas’, o que tienen sueños que parecen revelaciones. Pero recibir mensajes directamente del espíritu
parece menos usual...
—Eso
tiene una explicación y es el conocimiento. Tener conocimiento es
importantísimo. Ten en cuenta que los ojos no ven, el que ve es el cerebro.
Entonces, ¿qué vas a ver? ¡Aquello que conozcas!
—¿Por qué cometen tantos errores las personas que se dedican a las artes adivinatorias?
—Principalmente,
basándonos en personas que realmente son médium, videntes, etc. (dejando a un
lado los fraudes), hay que tener en cuenta que todos contamos con lo que
llamamos libre albedrío. El destino lo cambiamos cada cinco segundos.
Ante nosotros se abre un abanico de posibilidades a la hora de decidirnos por
hacer algo. Entonces, ¿cómo se ve el futuro? ¿Cómo los médium lo podemos ver?
Hay varias líneas de destino en cada decisión que tomamos. Si tú me preguntas si
voy a ir a Barcelona hay una línea de destino que posibilita ir allí, otra de
quedarme en casa u otra de irme a Madrid, por ejemplo. Depende de mi decisión.
Todas estas cosas pueden suceder, de hecho están sucediendo, pero no lo sabemos.
—¿Crees que está
sucediendo en universos o dimensiones paralelas?
—Efectivamente.
—¿Entonces el destino
de alguna manera está predeterminado?
—No.
—¿No existía la
posibilidad de que te conociera?
—Estaba
la posibilidad. Fíjate hasta qué punto existe la magia que si una mañana te
levantas, te vas al cuarto de baño y te peinas de diferente forma al modo
habitual, ya te ha cambiado la mañana, el día y el destino. Ese simple hecho
puede cambiar muchas cosas. Esa es la razón por la cual cambiamos
constantemente. No es que existan errores. Tenemos libre albedrío y cambiamos
continuamente por nuestras creencias, limitaciones o demás circunstancias.
—¿Cómo puede distinguir alguien entre estar
experimentando un fenómeno o alguna alteración psicológica?
—Es
tan claro lo que estás percibiendo que tienes la certeza de que lo que estás
viendo es real. No estás mareada, ni tienes angustia… ni hay evidencias de
estar loca.
—Cuando
una persona es consciente de que posee esta facultad y la acepta, ¿qué
herramientas le pueden ayudar a controlarla?
—¿Por
qué controlarla?
—Hay personas que dicen ver alterada su vida
porque, por ejemplo, entran en un sitio donde hay congregadas varias personas y
los espíritus le hablan con las molestias que puede ocasionar este hecho.
—Recuerda
lo que he dicho de las creencias. De ellas depende que optemos por ser
médium o sanadores, etc. Si a alguien le dices que es sanador, automáticamente
se convierte en uno. No llega ni a dudarlo. Es un hecho muy arraigado en
nuestra tradición, siempre ha habido curanderos en los pueblos. Creer que esa
capacidad existe ya te abre una puerta para ser sanador y no dudar en ningún
momento.
—¿Esa sanación no puede tratarse del efecto
placebo?
—Creamos
aquello que creemos. Todo lo que creamos funcionará. Por lo tanto, ¿dónde está el
efecto placebo? Si verdaderamente crees que estás sanando, estás mandando una
energía de sanación.
—En
tu caso, ¿cómo fue este proceso? ¿Cuáles podrían ser las primeras
manifestaciones del fenómeno?
—Desde
pequeñita… Todas las personas de niños, sin excepción, estamos conectadas con
el mundo espiritual hasta los 7 u 9 años porque es la edad donde empezamos a
respirar de otra forma. Si observas respirar a un bebé dormido verás que su
vientre asciende y desciende con cada respiración. Respirar con el vientre les
permite reemplazar el aire estancado en el fondo de los pulmones por aire
fresco y lleno de oxígeno. Es la forma más sana de respirar pero perdemos el
hábito con el paso del tiempo. Pues bien, esa respiración nos conecta con el
mundo espiritual. De hecho fíjate en los Budas. ¿Por qué tienen esa apariencia
tan oronda? Indica la forma de respiración.
Yo
tengo recuerdos de haber tenido experiencias, como se suele decir, paranormales,
desde que tengo uso de razón. Muchas experiencias. Desde muy pequeñita recuerdo
estar al lado de mi madre durmiendo y sentía que una cosa conforma de nube
llegaba y yo pensaba: “Ya llega la nube”. Ahora lo llamo energía. Y
automáticamente me envolvía, transcurriendo todo como a cámara lenta, y al
ratito veía el rostro de una señora y sabía que desde el momento en que me
miraba y sonreía, se marchaba. Y así toda mi niñez. No se comunicaba conmigo,
solamente me miraba. Y un día decidí ser valiente y tocar aquella especie de
nebulosa y me dio una sensación rasposa. Y así fui creciendo, muy intuitiva, me
casé muy joven… y la nube seguía apareciendo y la seguía percibiendo como a
cámara lenta pero llegó un momento en que dejé de ver el rostro que la
acompañaba. Nunca me pregunté quién era. Desde luego, alguien conocido de esta
vida no.
—Qué
curioso lo que nos cuentas de la fuerte conexión espiritual de los niños hasta
aproximadamente los 9 años…
—Sí,
al cambiar la respiración perdemos esa conexión tan directa. Pero los adultos
hoy día podemos decir que hemos evolucionado muchísimo en ese sentido. La mente
está más abierta, hablas de energías o cualquiera de estos temas y casi todo el
mundo lo entiende…
—Algunas
teorías apuntan a que la existencia de diferentes niveles de conciencia podría
dar explicación a determinadas experiencias. ¿Existen los sueños premonitorios?
—Totalmente.
Mientras dormimos salimos de nuestro cuerpo y vamos adonde queremos, es decir,
nuestro nivel de conciencia determinará que vayamos a un lugar u otro según nuestra
preocupación, nuestra necesidad o simplemente para resolver algo de nuestras
vidas a nivel espiritual con otros seres que están allí. La noche es un momento
especial porque el cuerpo está dormido y nuestro cuerpo de luz sale adquiriendo
la misma vibración en la que están en el mundo espiritual. Y esta es la razón
de poder ver, hablar, soñar y estar con ellos. ¿Qué ocurre con los sueños
cuando regresamos? Curiosamente, igual que he dicho antes que los ojos no ven,
que es el cerebro el que ve tampoco es el oído el que oye. Hay veces que
pensamos: “¡Qué sueño más raro, no
entiendo nada!”. ¿Cómo le habla el subconsciente al consciente? ¿Cómo le
explica de dónde viene, con quién ha estado y qué es lo que ha ocurrido? Igual
que un inglés que no entiende nada castellano se comunicaría con nosotros con
las manos, el consciente utiliza símbolos para comunicarse. No siempre se utilizan
las palabras. Y la interpretación es cosa tuya, todo lo que recoja un libro de
sueños no sirve de nada. Es nuestra propia simbología. Ten en cuenta que el
cerebro es holográfico, sí nos conectamos con el mundo espiritual y los
espíritus con nosotros.
—¿Se puede decir que es una mediumnidad la
capacidad de soñar lo que va a acontecer?
—Absolutamente.
Entras a otro nivel de conciencia. Entras, como yo lo llamo, a otra ranura de
tiempo. El tiempo en la tierra es lineal pero allí no hay tiempo. Por lo tanto,
pueden saber el futuro.
—Hay quien dice que venimos del futuro…
—Perfectamente.
Piensa que cosas que vivimos en el presente como, por ejemplo, un bloqueo puede
estar basado en el futuro. El futuro hace que en el presente estemos de determinada
manera. Desbloqueando ese presente, poniendo fin a ciertas cosas o resolviéndolas,
estamos actuando sobre el futuro a la vez.
—Hay personas que tienen claras
precogniciones sobre catástrofes o muertes violentas que finalmente suceden y
sufren mucho por ello. Incluso llegan a ponerse en la piel del otro.
—Eso
tiene que ver con las creencias. Yo estuve en una reunión de médiums
fantásticas y estábamos todas sentadas visualizando la escena de un accidente.
Unas se quejaban de fuertes dolores porque estaban pasando a la luz al ser que
había fallecido. Realmente yo no podía sentir lo que sentían ellas. Yo estaba
de observadora, no estaba pasando a aquel señor por mi cuerpo. Siempre me ha
ocurrido. He sentido cosas, por supuesto. Pero no así. Mi creencia no es esa,
entonces no puedo canalizarlo así. No necesariamente tienes que pasar por esa
situación, no significa que eres mejor médium. Ser buen médium no implica que
tengas que vivir el sufrimiento de otro.
—Se puede decir que el médium puede
controlar su capacidad mediante una toma de conciencia.
—Claro,
todo son creencias.
—El
mundo de los fenómenos paranormales es complejo y contiene manifestaciones de
todo tipo. ¿Te has enfrentado a situaciones particularmente complicadas como
entes oscuros..?
—Sí
pero entes oscuros verdaderamente no. Tal vez en mi mente no está la
posibilidad de encontrarme esto. No sé. Pero sí he tenido experiencias complicadas
como una vez que alguien me intentaba coger y yo intentaba escapar, con la
sábana tirante, mi hija zarandeándome… pero realmente no era oscuro. Ten en
cuenta que el mundo espiritual es un mundo muy parecido, sino igual, a éste, y
hay de todo también. Puede haber espíritus que te tiran de la ropa desesperados
pero para que los escuches y te pueden molestar en ese aspecto. Nos vamos con
nuestra personalidad y hay gente que después de desencarnar sigue enferma.
—Pasas
consulta varios días a la semana. ¿Qué nos aporta la Biodescodificación a
nuestra vida?
—Nos
aporta salud principalmente y la posibilidad de ser conscientes de que estamos
reparando situaciones y aspectos heredados de nuestro clan familiar. Mucha gente
viene a hacer Biodescodificación porque se da cuenta de que repiten patrones de
conducta, destino, etc. de otros familiares. Esta terapia te da la oportunidad
de poder dejar atrás esos patrones de conducta y situaciones que nos llevan a
repetir emociones, sufrimientos, etc.
—¿En qué consisten tus terapias?
—Realmente
se trata de ser conscientes de todo lo que se está repitiendo. Somos la
consecuencia, la suma de muchos factores. Y esta vida es evolución pura y dura.
Estamos evolucionando las memorias pero no somos conscientes, solamente las vivimos
y sufrimos. ¿Qué ocurre? Que al final enfermamos. Padecemos enfermedades que
vienen del clan familiar y también enfermedades despertadas por las emociones. Ser
conscientes nos evita un montón de cosas y nos ayuda a evolucionar. He tenido
gente que ha pasado de tener una patología a sanarse totalmente al tomar
conciencia. Mucha gente se cree víctima de la vida. La Biodescodificación te
muestra que no eres nada de eso. Tenemos una falta de coherencia impresionante
con nosotros mismos que hace que nos sintamos culpables de todo, que estemos
con quien no queremos estar, etc. Todo eso pasa factura. A veces enfermamos porque
el cuerpo trata de resolver lo que no puede la conciencia. Fíjate si
la cosa tiene importancia.
—¿Un secreto familiar puede generar una
dolencia?
—Cualquier
cosa porque cada persona lo va a somatizar en un lado determinado de su cuerpo
dependiendo qué tipo de emoción sea. No todas las emociones se somatizan igual.
Cada cuerpo tiene unos códigos, unos registros. Por ejemplo, generalmente, una
pelea territorial afecta al corazón, puede terminar en un infarto, pero también
puede afectar al hígado, ten en cuenta que ahí se concentran las necesidades,
el miedo a pasarlo mal…
—Una terapia tan efectiva como la
Biodescodificación debe completarse bastante bien con unas capacidades mediúmnicas
como las tuyas… no todos los terapeutas cumplen ambos requisitos.
—Yo
de hecho lo hago así. Es cuestión de desarrollar las capacidades y compaginar ambas
cosas. La mediumnidad verdaderamente agiliza muchísimo las terapias: hay
secretos familiares o datos a los que no se tienen acceso que son claves para
solucionar algo… y en las consultas sale. También confieso que a veces me sabe
mal descubrir cosas que, con el tiempo, la persona logra confirmar y me llama
para constatar que efectivamente tenía razón.
—Impartes
cursos de Activación de la Intuición y de Desprogramación Biológica. ¿A qué
clase de público van dirigidos?
—A
todo el mundo, sobre todo el curso de activación de la intuición porque para mí
fue un camino, fue y es mi vida. Tras unas experiencias dije hasta aquí y
empecé en solitario a hacer meditaciones, proyecciones, etc. y así empecé a
escribir y a enterarme de cómo funciona todo esto. Para mí es muy importante
transmitirlo, que la gente sepa y compruebe lo que tiene en su cerebro, que no
crea que es un don. El simple hecho de saber esto ya te hace libre.
—Por
último, vías de contacto para todo aquel que esté interesado en tus cursos o en
una consulta privada contigo.