lunes, 29 de febrero de 2016

ENTREVISTA A Mª YOLANDA MUÑOZ DE BUSTILLO


“La vida es experiencia y evolución de conciencia. Venimos a experimentar a través de nuestros actos y sentimientos”


Mª Yolanda Muñoz de Bustillo es, entre muchas cosas, Psicoterapeuta Analítica, Reflexóloga Podal y, sobre todo, una mujer todoterreno cuyos cursos, talleres, terapias y conferencias marcan un antes y un después muy significativo en la vida de todo aquel que tiene el placer de conocerla.

 Su vida transcurre entre su consulta de terapia analítica, trabajo que compagina con su faceta artesana orientada en la elaboración y venta de bisutería creativa y artesanía ornamental, de la que también imparte talleres; y sus fantásticos cursos, los que nos ayudan a despertar la intuición y comprendernos mejor a nosotros mismos y el mundo que nos rodea.

Sus cursos y talleres, dinámicos, interesantes y fruto de años de formación en diferentes disciplinas, abarcan diversas temáticas como el autoconocimiento o cómo trabajar con cristales e introducirlos en nuestra vida.

Jesús de Nazaret, su piedra angular, la inspira y motiva cada día de su vida. Esta entrevista nos brinda la oportunidad de conocer a una mujer fascinante y mágica a partes iguales.


Rosa Sánchez
 
Háblanos de ti, ¿quién es Mª Yolanda?

—Soltera, hija, madre, abuela… actualmente vivo en Alhama de Murcia pero nací en Madrid. A los 45 años empecé a buscar la verdad de la vida porque sentía que dentro de mí se escondía la respuesta. Y en ese camino de transformación apareció mi amiga Magüy. Con ella fui despertando, comprendiendo mis sentimientos, aprendiendo con los Cristales Naturales, y estudié diferentes terapias alternativas como Reflexología Podal, Flores de Bach, Aceites esenciales, Cromoterapia y Radiestesia en la escuela Vipassana de Barcelona. Ahora soy Psicoterapeuta Analítica y voy fluyendo con la vida. Ello me ha llevado a cambiar muchas veces de casa, por lo que me considero una persona algo itinerante.

 
Defínenos en una frase qué es la vida para ti.

—Experiencia y evolución de conciencia. Venimos y experimentamos a través de nuestros actos y sentimientos.
 

Se percibe a la legua que eres una mujer con una gran riqueza interior. ¿Qué te ha llevado a realizar los cursos que a día de hoy impartes?

—Conocerme a mí misma, entender la vida, comprender qué hago aquí... Antes de transitar este camino de luz y sabiduría era una persona llena de juicios y a través de esos juicios veía el mundo, no comprendía. Pero pensaba que Dios tenía que ser algo más, que la vida no podía ser sólo lo que tenía delante… y ¡zas! Entró la magia en mi vida, me llegaron las personas justas para empezar a comprender la vida, empecé a descubrirme al mundo y a mí. Ahora sé que todo el mundo es perfecto como es. UNO, eso soy, una con la vida y todos lo somos.


Te ha llevado a la enseñanza transitar por este camino de sabiduría en el que has convertido tu vida…

—Un día, como te comenté antes, me pareció imposible que la vida sólo fuera eso: trabajar, comer, dormir, competir con los demás, etc. y pensé que Dios tenía que ser más grande que todo eso y, como ya sabes, la vida responde cuando le preguntas. Fue poniendo en mi camino a las personas justas para mi despertar y descubrir la verdad de la vida. Esto es como cadena de favores, unas veces nos ayudan y otras ayudamos. No importa a quién, sólo importa dar. “Lo que al otro le das a ti mismo te lo das”. Ésta es una máxima en el alma.
Porque Verdad sólo hay una aunque con muchas manifestaciones, eso sí. Y descubrí que el arquetipo Dios era eso, la vida aquí tal y como la conocemos y mucho más. Todo pasa dentro del seno de Dios o la Fuente eternamente viviente y eternamente creadora fuera del espacio y el tiempo.
Mi mayor satisfacción es poder comunicarlo a los demás, que todos lo sepan, lo descubran y decidan libremente qué hacer después.


¿Cuál es tu filósofo o personaje histórico favorito?

—Jesús. No ha habido nadie como él, ni siquiera se le puede enmarcar dentro de ninguno de estos dos adjetivos. Que yo sepa ha sido único.
Siempre lo he sentido de una forma especial en mí pero no entendía así que, como comentaba antes, un día pedí a la vida comprenderlo y ahora, después del Máster en el Centro Félix Gracia, no recuerdo cómo es que no podía comprender, es algo muy especial. Y lo es para todos. Él vino a recordarnos y abrir el camino de regreso a casa. Su alegoría del Hijo Pródigo es una explicación perfecta de lo que es la vida, de lo que hacemos aquí.


Eres Psicoterapeuta Analítica y desde esta formación tratas muchos de los conflictos existentes en la sociedad actual. ¿Cuál es el caso más difícil con el que te has encontrado?

—Hay mucho dolor en el mundo. Cuando encarnamos se cumple en nosotros una ley. Nos lo recuerdan, por ejemplo, en los vedas, los libros Sagrados hinduistas en el Bhagavad Gitta, Krisna, Dios hablando a Arjuna, le explica cómo funciona la vida. “Arjuna, tú crees libre para actuar pero no es así, vives en el estado condicionado del Alma”.
Se nos olvida por qué hemos venido pero sí hay algún recuerdo en nuestra alma de unos sentimientos y un estado de infinita plenitud, aunque nos vemos en el mundo juzgándolo no perfecto y nos sentimos culpables y conectamos con el miedo y el inmerecimiento. Y en eso se basan todos nuestros actos. Así que el mundo es perfecto tal y como es.
En nuestra cultura, también nos lo cuentan los sabios antiguos, se han hecho estudios que demuestran que Adam vivió hace 9.000 años y, sin embargo, tenemos aquí mismo en Atapuerca, Burgos, los hallazgos que revelan que los restos encontrados allí tienen 200.000 años. Así que aquí pasa algo ¿no? Y estos estudios llegan a la conclusión de que hay otra forma de ver la Biblia, es como una metáfora del estado del Alma. Y en este sentido, en el Génesis, el relato de la Creación nos habla del Paraíso. ¿Cómo nos sentiríamos si fuéramos Adam y Eva y nos expulsaran del Paraíso? Culpables como mínimo. Y así es como vivimos la vida: entre culpa, miedo e inmerecimiento.
Sí, hay vidas sencillas y vidas más difíciles. Casos hay muchos y algunos muy dolorosos.

 
—¿Cómo podemos acceder al conocimiento de nuestro propósito de vida?

—Hay diferentes formas: en terapia, a través de inducción, accedemos al mundo de las almas, al lugar de donde procedemos antes de encarnar, y ahí se descubre.
Luego hay diferentes formas. Una es a través de cursos como los que imparto u otros que hay, donde lo vamos sintiendo y viendo en nosotros.


¿Qué se puede solucionar a través de una regresión consciente?

—Temas de nuestra vida como, por ejemplo, decisiones que tomamos íntimas, muy íntimas, en nuestro interior más profundo y que ni siquiera recordamos y, sin embargo, nos traen unas experiencias de vida.
Podemos llegar a conocer el origen de una enfermedad, despedirnos de seres amados, el porqué de un aborto, conectar con el alma del bebé que venía, etc.


—¿Realmente podemos conectar con nuestras vidas pasadas para sanar conflictos actuales?

—Sí, si es necesario, pero generalmente no lo es. Lo que tenemos que sanar nos va sucediendo en esta misma vida, se nos va revelando allá por donde estemos, por lo tanto, no es necesario. Pero, si lo fuera, acompaño a la persona.


Háblanos sobre tus cursos y talleres, ¿cuáles son y en qué consisten?

—Bueno son hitos importantes en la vida. En el curso de “Autoconocimiento: comprendiendo y desvelando la vida” hablo sobre cómo hemos llegado aquí, qué nos ha traído, cómo descubrir a nuestra pareja y hasta llegar a comprender cómo movernos cada día delante de situaciones delicadas.
También imparto el Taller del niño interior. Llamamos niño interior a una realidad psíquica que hay en nosotros, en lo más profundo de la psique que está relegado, esperando ser recogido. Llegamos a conectar con él, que es esa parte Divina, el Niño Dios, investido de inocencia y pureza, para así poder manifestarnos como somos de verdad.
El curso de la pareja es muy enriquecedor, ahí es donde está el verdadero trabajo de evolución.
Y el de la muerte, el viaje más importante de nuestra vida, también es muy especial. Porque, ¿qué muere realmente? Somos eternos. En realidad lo que dejamos es el vehículo por el que transitamos por aquí.


Uno de tus cursos ha llamado especialmente mi atención por su amplio temario. Me refiero al de autoconocimiento: “Conócete a ti mismo y conocerás el universo”. Suena muy prometedor. ¿De qué manera intervienen los ancestros en nuestras vidas?

—Sí lo es, todos los que lo han realizado han hecho cambios en su vida. Nuestros ancestros viven en nosotros, tenemos parte de su ADN. A nivel físico y emocional revivimos algunas de sus vivencias y costumbres. Por lo tanto, al evolucionar nosotros, ellos lo hacen también. A nivel espiritual nos apoyan totalmente para que avancemos.


También eres reflexóloga, una terapia tan antigua como desconocida por muchos... ¿qué dolencias podemos solucionar a través de esta terapia?

—Con la reflexología regulamos todos los sistemas: a nivel endocrino, respiratorio, de drenaje linfático, muscular, el sistema respiratorio, etc. Dependiendo de si la dolencia es más fuerte o menos necesitaremos más consultas o menos.  
Sí es antiguo, se ha  mantenido hasta nuestros días gracias a la  medicina China pero, en realidad, está en todas las prácticas médicas de todas las culturas anteriores a la nuestra: la egipcia, los indios norteamericanos, los aborígenes australianos, etc. La Dra. Eunice Ingham, apoyada por compañeros como el Dr. Fritgeral, diseñaron el mapa reflexólogo podal que usamos en occidente.


Muchas gracias por todo lo que nos aportas, Yolanda. Si quieres decir algo para finalizar, adelante…

—Quisiera dejar un mensaje de esperanza. Confiemos en la vida. Existe un Padre bueno, el que nos trajo Jesús. Somos perfectos para él tal y como somos. Dejemos de juzgarnos, en especial, a nosotros mismos.


Algunas de sus fantásticas creaciones:
 
Diseños en esmaltado de azulejos en cuerda seca de origen persa (establecido en Córdoba en el Siglo X) y otros trabajos de bisutería creativa con piedras.
 
 
 
 
 




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