“La vida es experiencia
y evolución de conciencia. Venimos a experimentar a través de nuestros actos y
sentimientos”
Mª Yolanda Muñoz de Bustillo
es, entre muchas cosas, Psicoterapeuta Analítica, Reflexóloga Podal y, sobre
todo, una mujer todoterreno cuyos cursos, talleres, terapias y conferencias
marcan un antes y un después muy significativo en la vida de todo aquel que tiene
el placer de conocerla.
Sus cursos y talleres, dinámicos, interesantes y fruto de años de formación en diferentes disciplinas, abarcan diversas temáticas como el autoconocimiento o cómo trabajar con cristales e introducirlos en nuestra vida.
Jesús de Nazaret, su
piedra angular, la inspira y motiva cada día de su vida. Esta entrevista nos
brinda la oportunidad de conocer a una mujer fascinante y mágica a partes
iguales.
Rosa Sánchez
—Soltera, hija,
madre, abuela… actualmente vivo en Alhama de Murcia pero nací
en Madrid. A los 45 años empecé a buscar la verdad de la vida porque sentía que
dentro de mí se escondía la respuesta. Y en ese camino de transformación apareció
mi amiga Magüy. Con ella fui despertando, comprendiendo
mis sentimientos, aprendiendo con los Cristales Naturales, y estudié diferentes
terapias alternativas como Reflexología Podal, Flores
de Bach, Aceites esenciales, Cromoterapia y Radiestesia en la escuela Vipassana
de Barcelona. Ahora soy Psicoterapeuta Analítica y voy fluyendo con la
vida. Ello me ha llevado a cambiar muchas veces de casa, por lo que me
considero una persona algo itinerante.
—Defínenos
en una frase qué es la vida para ti.
—Experiencia y evolución de conciencia.
Venimos y experimentamos a través de nuestros actos y sentimientos.
—Se percibe a la legua que eres una mujer
con una gran riqueza interior. ¿Qué te ha llevado a realizar los cursos que a
día de hoy impartes?
—Conocerme a mí misma, entender la vida,
comprender qué hago aquí... Antes de transitar este camino de luz y sabiduría era
una persona llena de juicios y a través de esos juicios veía el mundo, no
comprendía. Pero pensaba que Dios tenía que ser algo más, que la vida no podía
ser sólo lo que tenía delante… y ¡zas! Entró la magia en mi vida, me llegaron
las personas justas para empezar a comprender la vida, empecé a descubrirme al
mundo y a mí. Ahora sé que todo el mundo es perfecto como es. UNO, eso soy, una
con la vida y todos lo somos.
—Te ha llevado a la enseñanza transitar por
este camino de sabiduría en el que has convertido tu vida…
—Un día, como te comenté antes, me pareció
imposible que la vida sólo fuera eso: trabajar, comer, dormir, competir con los
demás, etc. y pensé que Dios tenía que ser más grande que todo eso y, como ya
sabes, la vida responde cuando le preguntas. Fue poniendo en mi camino a las
personas justas para mi despertar y descubrir la verdad de la vida. Esto es
como cadena de favores, unas veces nos ayudan y otras ayudamos. No importa a quién,
sólo importa dar. “Lo que al otro le das a ti mismo te lo das”. Ésta es una
máxima en el alma.
Porque Verdad sólo hay una aunque con
muchas manifestaciones, eso sí. Y descubrí que el arquetipo Dios era eso, la
vida aquí tal y como la conocemos y mucho más. Todo pasa dentro del seno de
Dios o la Fuente eternamente viviente y eternamente creadora fuera del espacio
y el tiempo.Mi mayor satisfacción es poder comunicarlo a los demás, que todos lo sepan, lo descubran y decidan libremente qué hacer después.
—
¿Cuál es tu filósofo o personaje
histórico favorito?
—Jesús. No ha habido nadie como él, ni
siquiera se le puede enmarcar dentro de ninguno de estos dos adjetivos. Que yo sepa
ha sido único.
Siempre lo he sentido de una forma
especial en mí pero no entendía así que, como comentaba antes, un día pedí a la
vida comprenderlo y ahora, después del Máster en el Centro Félix Gracia, no
recuerdo cómo es que no podía comprender, es algo muy especial. Y lo es para
todos. Él vino a recordarnos y abrir el camino de regreso a casa. Su alegoría
del Hijo Pródigo es una explicación perfecta de lo que es la vida, de lo que
hacemos aquí.
—Eres Psicoterapeuta Analítica y desde esta
formación tratas muchos de los conflictos existentes en la sociedad actual.
¿Cuál es el caso más difícil con el que te has encontrado?
—Hay mucho dolor en el mundo. Cuando
encarnamos se cumple en nosotros una ley. Nos lo recuerdan, por ejemplo, en los
vedas, los libros Sagrados hinduistas en el Bhagavad Gitta, Krisna, Dios
hablando a Arjuna, le explica cómo funciona la vida. “Arjuna, tú crees libre para
actuar pero no es así, vives en el estado condicionado del Alma”.
Se nos olvida por qué hemos venido pero
sí hay algún recuerdo en nuestra alma de unos sentimientos y un estado de
infinita plenitud, aunque nos vemos en el mundo juzgándolo no perfecto y nos
sentimos culpables y conectamos con el miedo y el inmerecimiento. Y en eso se
basan todos nuestros actos. Así que el mundo es perfecto tal y como es.
En nuestra cultura, también nos lo
cuentan los sabios antiguos, se han hecho estudios que demuestran que Adam
vivió hace 9.000 años y, sin embargo, tenemos aquí mismo en Atapuerca, Burgos,
los hallazgos que revelan que los restos encontrados allí tienen 200.000 años. Así
que aquí pasa algo ¿no? Y estos estudios llegan a la conclusión de que hay otra
forma de ver la Biblia, es como una metáfora del estado del Alma. Y en este
sentido, en el Génesis, el relato de la Creación nos habla del Paraíso. ¿Cómo
nos sentiríamos si fuéramos Adam y Eva y nos expulsaran del Paraíso? Culpables
como mínimo. Y así es como vivimos la vida: entre culpa, miedo e
inmerecimiento.
Sí, hay vidas sencillas y vidas más
difíciles. Casos hay muchos y algunos muy dolorosos.
—¿Cómo podemos acceder
al conocimiento de nuestro propósito de vida?
—Hay diferentes formas: en terapia, a
través de inducción, accedemos al mundo de las almas, al lugar de donde
procedemos antes de encarnar, y ahí se descubre.
Luego hay diferentes formas. Una es a
través de cursos como los que imparto u otros que hay, donde lo vamos sintiendo
y viendo en nosotros.
— ¿Qué
se puede solucionar a través de una regresión consciente?
—Temas de nuestra vida como, por
ejemplo, decisiones que tomamos íntimas, muy íntimas, en nuestro interior más
profundo y que ni siquiera recordamos y, sin embargo, nos traen unas
experiencias de vida.
Podemos llegar a conocer el origen de
una enfermedad, despedirnos de seres amados, el porqué de un aborto, conectar
con el alma del bebé que venía, etc.
—¿Realmente podemos conectar
con nuestras vidas pasadas para sanar conflictos actuales?
—Sí, si es necesario, pero generalmente
no lo es. Lo que tenemos que sanar nos va sucediendo en esta misma vida, se nos
va revelando allá por donde estemos, por lo tanto, no es necesario. Pero, si lo
fuera, acompaño a la persona.
—Háblanos sobre tus cursos y talleres,
¿cuáles son y en qué consisten?
—Bueno son hitos importantes en la vida.
En el curso de “Autoconocimiento: comprendiendo y desvelando la vida” hablo
sobre cómo hemos llegado aquí, qué nos ha traído, cómo descubrir a nuestra
pareja y hasta llegar a comprender cómo movernos cada día delante de
situaciones delicadas.
También imparto el Taller del niño
interior. Llamamos niño interior a una realidad psíquica que hay en nosotros, en
lo más profundo de la psique que está relegado, esperando ser recogido.
Llegamos a conectar con él, que es esa parte Divina, el Niño Dios, investido de
inocencia y pureza, para así poder manifestarnos como somos de verdad.
El curso de la pareja es muy
enriquecedor, ahí es donde está el verdadero trabajo de evolución.
Y el de la muerte, el viaje más
importante de nuestra vida, también es muy especial. Porque, ¿qué muere
realmente? Somos eternos. En realidad lo que dejamos es el vehículo por el que
transitamos por aquí.
—Uno de tus cursos ha llamado especialmente
mi atención por su amplio temario. Me refiero al de autoconocimiento: “Conócete
a ti mismo y conocerás el universo”. Suena muy prometedor. ¿De qué manera
intervienen los ancestros en nuestras vidas?
—Sí lo es, todos los que lo han
realizado han hecho cambios en su vida. Nuestros ancestros viven en nosotros,
tenemos parte de su ADN. A nivel físico y emocional revivimos algunas de sus
vivencias y costumbres. Por lo tanto, al evolucionar nosotros, ellos lo hacen
también. A nivel espiritual nos apoyan totalmente para que avancemos.
—También eres reflexóloga, una terapia tan
antigua como desconocida por muchos... ¿qué dolencias podemos solucionar a
través de esta terapia?
—Con la reflexología regulamos todos los
sistemas: a nivel endocrino, respiratorio, de drenaje linfático, muscular, el
sistema respiratorio, etc. Dependiendo de si la dolencia es más fuerte o menos
necesitaremos más consultas o menos.
Sí es antiguo, se ha mantenido hasta nuestros días gracias a la medicina China pero, en realidad, está en
todas las prácticas médicas de todas las culturas anteriores a la nuestra: la
egipcia, los indios norteamericanos, los aborígenes australianos, etc. La Dra.
Eunice Ingham, apoyada por compañeros como el Dr. Fritgeral, diseñaron el mapa
reflexólogo podal que usamos en occidente.
—Muchas gracias por todo lo que nos aportas,
Yolanda. Si quieres decir algo para finalizar, adelante…
—Quisiera dejar un mensaje de esperanza.
Confiemos en la vida. Existe un Padre bueno, el que nos trajo Jesús. Somos perfectos
para él tal y como somos. Dejemos de juzgarnos, en especial, a nosotros mismos.
Algunas de sus fantásticas creaciones:
Diseños en esmaltado de azulejos en cuerda seca de origen persa (establecido en Córdoba en el Siglo X) y otros trabajos de bisutería creativa con piedras.
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