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"Conocer al Dr. Joe Dispenza fue una experiencia muy gratificante y reveladora" - Manuela García - |
Manuela García es una médium y terapeuta alicantina muy especial. Quien la conoce, lo sabe. Su expresividad y alegría contagiosas, y la pasión con la que realiza su trabajo, son el resultado de años de experiencia y el encuentro con lo que ella llama: la "Verdad". Realiza cursos de Activación de la Intuición y Desprogramación Biológica por la zona de Alicante y Murcia.
R. Sánchez
—Manuela,
como tuvimos el placer de descubrir en la primera entrevista que hicimos, eres
médium terapeuta y, además de ofrecer consultas de mediumnidad, también
impartes cursos para activar la intuición y de desprogramación biológica. Vamos a desmitificar ese primer concepto, ya sabes que hay mucho tabúes
todavía respecto a eso.
¿Qué es la
mediumnidad? ¿Qué relación existe entre la mediumnidad y nuestro cerebro?
—Mediumnidad significa “en medio de”, es la conexión
con otra dimensión (la dimensión espiritual), pero realmente es mucho más... Más
que nada, es tener la capacidad de conectar con otras frecuencias que están
también en nuestro cerebro y que son las frecuencias que se encuentran en
diversas dimensiones. Hay muchas dimensiones y cada una tiene una frecuencia. ¡Y
todas están en nuestro cerebro! Entonces, es simplemente conectarte con esa
frecuencia y conectarías con otra dimensión y con todo aquello que está
existiendo ahí.
—En
tus consultas de desprogramación, tienes acceso a cualquier información, sobre
todo de tipo genealógico (información que, quien consulta, desconocía). ¿Qué
beneficio podemos obtener al destapar un “secreto” familiar que se está
manifestando en nuestra vida, de forma inconsciente, a través de un síntoma o
limitación?
—En las consultas de desprogramación, a la hora de
hacer el “árbol genealógico”, utilizo mi mediumnidad para entrar en una dimensión,
en una frecuencia en la cual existió, o existieron, ciertas emociones de
diversos seres… emociones de esas personas que, incluso, no están en este plano
y que vivieron ciertos traumas y ciertos códigos de actitud y de comportamiento
que crearon ciertas realidades en su vida que fueron, o han sido y están siendo,
en sus descendencias pues, a lo mejor, un problema que bien puede ser de salud,
de actitud, sentimental, emocional… de todo tipo. Como sabemos son programas, y
un programa es como algo que uno viene a vivir para poder evolucionarlo.
—Para
quienes no están muy duchos en terminología: ¿qué es un programa?
—Le llamamos programas a lo que realmente es una
genética emocional que hemos heredado igual que heredamos la genética física.
La física salta a la vista, siempre se ha dicho que nos parecemos al padre o a
la madre, etc., pero no habíamos caído que también hay una genética emocional.
Y realmente lo que estamos viviendo es esa genética emocional. Esa genética se muestra
en pensamientos, en actitudes, en nuestra forma de ver la vida... Atraemos a
nuestra vida todo aquello que va a hacer juego con ese plan, con ese programa,
pero hago hincapié, con la finalidad de evolucionarlo.
—Has
sido alumna del reconocido Dr. Joe Dispenza… ¡casi nada!
—Para mí fue todo un milagro, un descubrimiento, algo
maravilloso cuando en el 2003 descubrí causalmente (ya que las casualidades no
existen), la Escuela de Sabiduría Antigua en la cual estaba el doctor Joe Dispenza.
Y él fue el encargado, él era el profesor del cerebro y quien nos enseñó todo
lo referente al mismo. ¡El cerebro es el más maravilloso emisor y transmisor
que existe! ¡Maravilloso todo ese conocimiento! Para mí esos días fueron
tremendos porque descubrí la verdad, obtuve respuesta a todas aquellas cosas que
yo me preguntaba... como por qué yo podía hacer tantas cosas a la vez y no una
sola, como se cree que podemos: “Si eres vidente, eres vidente”, “Si eres
médium, eres médium” o “Si eres sanadora, eres sólo sanadora”. ¡No es así! Y,
sobre todo, me preguntaba: “¿Dónde está mi Dios?”. ¡Lo encontré! Conocer al Dr.
Joe Dispenza fue una experiencia muy gratificante y reveladora.
—En
tus cursos sobre desprogramación biológica cuentas que cuando se vive un
impacto emocional que no se ha resuelto, el cerebro lo guarda como un
“programa” instalándolo en la memoria celular como algo destinado a repetirse
en el tiempo… ¿nos “libera” el conocimiento?
—Yo siempre digo una frase que me encanta, es la que
dijo Jesús: “La verdad te hará libre”. Para mí Jesús fue el maestro más
cuántico que tuvo la historia. Y quiero decir que cuando eres consciente de que
vienes con ese plan que tienes que evolucionar... (y con evolucionar me refiero
a “cambiarlo”, “superarlo”, “cambiar a otra realidad mejor en todos los
sentidos”), cuando sabes la verdad haces un “clic” que te hace ser consciente
para que eso deje de dirigir tu vida, desaparezca, te desconectes en ese
momento. Y es en ese “clic” cuando la verdad te hace libre. Inevitablemente,
aunque no quieras, ya tienes dos opciones: cuando llegaste a la consulta de
descodificación venías con una opción. “Esto es lo que hay: ¿qué hago?”. Pero
sales viendo qué ocurrió y por qué lo llevas. Y, también, qué puedes hacer para
cambiarlo. Es decir, para evolucionarlo.
Y ahí están
las dos opciones. Poseemos libre albedrío, por supuesto. Porque puedes elegir
quedarte en tu pasado (como lo llamamos), en el pasado sufriendo la historia… o
ya tienes otra opción. Tratar de evolucionarlo y hacer todo lo posible para
conseguirlo porque no estás condenado, lo llevas para evolucionarlo.
—¿Podrías
ilustrarnos esta enseñanza con un ejemplo?
—Una de las cosas que yo digo siempre está basada en
los 40 días que Jesús pasó en el desierto. Ahí realmente se descodificó
biológicamente. Porque cuando se retiró al desierto no se llevó alimentos, ni
agua, ni ropa... en esos 40 días que se fue, entrecomillas, a “orar”, se fue y
pasó frío, pasó hambre, soledad, miedo y todas aquellas cosas que él tenía que
evolucionar para lo que había venido a hacer. Entonces, este ejemplo lo pongo
siempre. ¡Tenía que vivirlo! Es el ejemplo más claro: si no vivimos ciertas cosas,
no las podemos conocer. Igual que creas una realidad tienes que crear otra. Y
nosotros somos dioses y eso es lo que tenemos que hacer: evolucionarlo todo.
—Pasar un día contigo debe de ser
toda una experiencia…
—Yo en los talleres doy una información sobre el
cerebro, cómo se estructura, cómo canalizamos, dónde están las frecuencias,
cómo podemos acceder a ciertas frecuencias... Y después de ese conocimiento
tratamos la parte emocional, por qué estamos creando esas realidades y la forma
y manera de cambiarlas. Sales de ahí con todas las herramientas sabiendo en qué
ha consistido tu vida, porque has estado viviendo en esos “y si”, como los llamo yo,
condicionando mi vida entre esos “y si” del pasado y del futuro, y por
qué estoy en medio de ellos, como en un puente sin poder moverme. (Ejemplo: “¿Y si…
me hubiera casado con otra persona, tal
vez ahora sería más feliz?”… “Y si… él estuviera conmigo, ¿todo me iría mejor?..”) Porque están
condicionando una cosa y la otra, por lo cual no estoy creando nada realmente.
Por eso es tan importante tener este conocimiento y luego llevarlo a cabo en tu
vida, porque lo tienes que hacer tú solo... porque sí, además, lo tienes que
hacer tú solo.
→Para
más información:
Manuela
García, tel. contacto: 633 70 90 78
Talleres y Consultas presenciales y telefónicas.
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Facebook: Manuela García, Médium Terapeuta